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Zonas de Naranjal y Babahoyo sufren por fuerza de ríos

Medio centenar de familias resultó ayer afectada con el desbordamiento de los ríos Las Juntas y Chilintomo, en Febres-Cordero, parroquia de Babahoyo. Tras el aguacero registrado la madrugada del domingo, 34 personas del recinto Isla María fueron evacuadas hasta el albergue del Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies), en la capital riosense.

La creciente inhabilitó caminos vecinales que conectan a sectores como La Monserrate, El Volante y San Román. Los habitantes quedaron aislados.

Las aguas volvieron a su cauce parcialmente. Sin embargo, los problemas se trasladaron a otras zonas rurales de la vía a Pueblonuevo, donde el río Chilintomo aumentó su caudal.

Hilada Rocafuerte, del sector La Revesa, se levantó a la medianoche con el agua hasta las rodillas. La fuerza de la corriente formó un hoyo en el patio de la vivienda, afectando los cultivos de arroz.

Un kilómetro más adelante, en el sector Los Ángeles, Josefina Sandoya arreglaba su humilde casa en la que vive con su esposo Manuel Baquerizo. La creciente también sorprendió a esta pareja de adultos mayores, que con la ayuda de los vecinos y familiares lograron poner en buen recaudo los colchones, cocina y refrigeradora.

Sandoya, con el agua hasta la cintura, salió en busca de su hija que también se encontraba en similares condiciones.

Los moradores pidieron que se abran las compuertas de una represa cercana para evacuar el agua. Los agricultores lamentaron la pérdida de la producción de arroz de este año, primero por la sequía y ahora por las inundaciones.

Colaboración. Hasta ayer recibieron ayuda estatal 22 familias afectadas por la inundación provocada por el desborde del río Cañar en la población de Puerto Inca, en Naranjal.

Personal de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) y del MIES entregó raciones alimenticias a las personas afectadas por la arremetida de la creciente. La ayuda también llegó para los habitantes del recinto El Trovador.

Francisco Butiñá, delegado de la Gobernación, constató la situación de las familias naranjaleñas afectadas por la inundación registrada la mañana y tarde del domingo.

La maquinaria de la Prefectura del Guayas realizó trabajos de limpieza en los extremos del puente sobre el afluente.

En los bajos del viaducto se observó una cantidad considerable de palizada que permanecía apresada producto de la fuerza de la corriente.

El coronel Julio Gherardi, jefe del Cuerpo de Bomberos de Naranjal, confirmó que a la altura del recinto San Jacinto, en Puerto Inca, un muro de contención cedió ante la fuerza del agua, lo que influyó para que baje el nivel del cauce del río Cañar. Pero otras 24 familias quedaron aisladas durante unas horas.

Gherardi informó además que hasta el mediodía de ayer el nivel del afluente había disminuido cerca de un metro y se restableció la circulación vehicular sobre el puente.

El albergue habilitado en el recinto Tres Cerritos todavía permanece vacío. Los afectados esperan que el caudal del afluente baje para ingresar a sus viviendas y ordenar los bienes que lograron rescatar.

Tatiana Ortiz – Álvaro tumbaco – Babahoyo – Naranjal

http://expreso.ec/expreso/plantillas/nota.aspx?idart=6003079&idcat=19408&tipo=2