Trabajo de campo de dos días dejó grandes aprendizajes sobre el volcán Cotopaxi

Latacunga (Cotopaxi).- Con el objetivo de identificar y/o reconocer las condiciones que determinen las zonas de mayor riesgo ante la posible erupción del volcán Cotopaxi, sobre todo en referencia al flujo lahárico con influencia directa sobre los cantones Latacunga y Salcedo, mediante recorridos de campo y charlas dirigidas se desarrollaron los días de visita técnica, organizada por el Comité de Gestión de Riesgos Provincial (CGR) y el del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN).
Los encargados de la charla fueron los funcionarios del IGEPN, con la guía de la vulcanóloga Patricia Mothes, y el apoyo de la Coordinación Zonal 3 de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
Quienes participaron como delegados de las ocho Mesas Técnicas de Trabajo (MTT) del Comité de Gestión de Riesgos Provincial (CGR), pudieron conocer con mayor precisión las secuelas de la última erupción del Cotopaxi, sucedida en junio de 1877, además de las zonas que podrían considerarse como seguras.
El recorrido inició el martes 28 de julio, con la observación de depósitos laháricos en la parte baja del barrio San Felipe (cerca del cauce del río Pumacunchi), en donde Patricia Mothes detalló cómo los lahares podrían afectar a las poblaciones de Latacunga.
Luego, en la zona que une a los ríos Pumacunchi y Cutuchi, otra de las zonas que presentaría daños en caso de ocurrir una explosión fuerte.
Según explicó la experta, el tránsito de lahares en la parte alta del Cotopaxi se daría por lo menos entre los 60 y 70 kilómetros por hora, en tanto que a las poblaciones bajas de Salcedo y Latacunga llegaría con una velocidad de 15 Km/hora. Este panorama les daría a las personas más de una hora para lograr evacuar hacia las zonas seguras.
Por tal motivo, en relación a la tragedia con el Nevado del Ruiz, que mató a más de 20 mil personas en Armero (Colombia) el 13 de noviembre 1985, Mothes sostuvo que con el Cotopaxi existe una diferencia, y tiene que ver con todos los equipos de monitoreo que vigilan al volcán.
Esto permitirá que las personas estén informadas. No obstante, al tratarse de un fenómeno natural, reiteró que lo mejor es estar preparados ante lo que pueda ocurrir.
Pablo Morillo Robles, coordinador Zonal de Gestión de Riesgos, indicó que este trabajo de campo concluirá con la definición de rutas de evacuación, las cuales luego se socializarán a la población.
El recorrido continuó en su segundo día el miércoles 29, por las zonas de Latacunga.
En esta ocasión, se visitó la vieja fábrica de textiles, al norte de Latacunga, con el fin de determinar si los lahares podrían afectar al centro de la ciudad.
Prosiguió el recorrido por las poblaciones asentadas a lo largo del río Aláquez, con el fin de evaluar la vulnerabilidad y consecuencias de un posible tránsito de lahares.
Dos reuniones se dieron en las parroquias Joseguango Bajo y Mulaló, con los técnicos de y familias, acordando darle mayor fuerza al trabajo coordinado que se ha efectuado hasta el momento.
Finalmente, el recorrido se dirigió a la piedra Chilintosa, uno de los registros más prominentes de la erupción del volcán Cotopaxi, en 1877.
Todos los delegados de las instituciones se reunieron en la Gobernación, ya en la tarde, para llegar a conclusiones y comprometerse a seguir programando actividades que fortalezcan las capacidades de la población.
La Secretaría de Gestión de Riesgos se comprometió a entregar las rutas de evacuación definidas en los próximos días.