La actividad fue coordinada con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y el Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial (GAD-P) La Esperanza, cantón Ibarra.

Ibarra (Imbabura).- Gestión inclusiva de riesgos, medidas de autoprotección en caso de sismos y plan familiar de emergencias fueron los temas abordados por los técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) coordinación zonal 1 durante el taller de capacitación en Gestión Inclusiva de Riesgos a cuidadores de adultos mayores y personas con discapacidad. La actividad fue coordinada con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y el Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial (GAD-P) La Esperanza, cantón Ibarra.

Participaron 42 personas del “Centro Diurno del Adulto Mayor La Esperanza, organismo que atiende a 60 adultos mayores, provenientes de 12 comunidad y 4 barrios. La cita se cumplió en el Auditorio del Gobierno Autónomo Descentralizado parroquial La Esperanza.

Durante una emergencia o desastre, las personas con discapacidad pueden requerir de asistencia especial; debido a que tienen dificultad en la comunicación; movilidad y autonomía limitada; exclusión y marginación; falta de conocimiento e información; barreras físicas. Durante los desastres están expuestos a mayor estrés, riesgo de malnutrición, limitaciones en higiene y acceso limitado a la atención de salud. Por ello, la Gestión Inclusiva del Riesgo busca visibilizar e incluir a las personas con discapacidad y sus familias en todas las fases de la gestión de riesgos; así como la sensibilización de los organismos de socorro para su atención prioritaria.

En la charla, los técnicos de la SGR destacaron la importancia de la gestión de riesgos en el desarrollo de todas las actividades cotidianas a fin de fortalecer las capacidades locales frente a los eventos peligrosos que se pueden presentar. Explicaron terminología básica en gestión de riesgos enfocada a dominar todos y cada uno de los conceptos importantes, diferenciando entre amenazas, vulnerabilidades, riesgos y capacidades.

Luego se abordó las medidas de autoprotección frente a movimientos sísmicos tomando en consideración tres fases: la preventiva; la identificación de amenazas y la identificación de vulnerabilidades tanto en la infraestructura de la institución como en cada uno de los hogares.

La importancia de contar con una mochila de emergencia fue otro de los puntos tratados. Indicaron que la mochila debe estar equipada con: Copia de documentos personales de la familia; botiquín de primeros auxilios; artículos de higiene; alimentos no perecibles, agua embotellada sin gas; linterna, radio a pilas, frazada, dinero y si hay bebés o adultos mayores, debe incluirse productos específicos como biberones, papillas, latas de leche, pañales, medicinas, ropa de cambio, entre otros y estar en un lugar visible y de fácil acceso.

Los profesionales desarrollaron el proceso de evacuación, que implica el traslado rápido, ordenado y seguro de personas, bienes y documentos indispensables e irremplazables, de un lugar en alto riesgo hacia una zona de seguridad, ante la posibilidad inminente de ocurrencia de eventos peligrosos o sus efectos. Por ello, indicaron que es necesario identificar los riesgos y amenazas que puedan afectar a las personas, parcial o totalmente en el caso de un evento peligroso; e identificar las rutas de evacuación, puntos de encuentro y las zonas de seguridad.

Sobre el Plan Familiar de Emergencias se indicó que es el conjunto de actividades que deben realizar las familias, con el fin de reducir riesgos que afectan negativamente su bienestar; y realizar preparativos para reaccionar adecuadamente en caso de emergencias, el mismo que contiene los siguientes elementos: Identificación de amenazas a las cuales se encuentra expuesta la vivienda; identificación de las vulnerabilidades internas de la estructura de su vivienda, identificación los recursos y artículos imprescindibles para enfrentar una situación de emergencia; identificación de los lugares donde están ubicadas las sirenas y familiarizarse con su sonido; elaboración del plan de acción y la ejecución del proceso de evacuación.