María Fernanda (hija), Jonayker (nieto) y su esposa Orlanda eran su vida, pero desde hace dos meses José Mero está en una constante lucha para aprender a vivir sin ellos.

Los perdió el 16 de abril, cuando la casa en que habitaban se derrumbó y el único sobreviviente fue él.

A Dios solo le pide fortaleza, pues hoy en que se celebra el Día del Padre ya no irán de paseo en familia, José deberá visitarlos en el cementerio.

Él sabe muy bien que su caso no es el único, que ese día en que la tierra tembló muchos perdieron a sus familiares pero “yo, no pierdo el ánimo, Dios me dio la oportunidad de vivir para seguir luchando en compañía de mis otras dos hijas” manifestó. [[SUBTITULO]]

El mantense de 53 años asegura que ahora las personas tendrán más precaución en construir viviendas y habitar en zonas seguras “pues nada recompensa la pérdida de una familia” lamentó.